QUÉ HACER

Iglesia de Santiago y Puerta del Perdón, iglesia de san Francisco y su artesonado mudéjar, iglesia de San Nicolás, con el patrón de Villafranca (Cristo de la Esperanza), Museo de Ciencias Naturales y Etnográfico de los Padres Paúles, Colegiata de Santa María, Convento de la Anunciada, Convento de San José y de la Concepción, iglesia de San Juan de San Fiz, Castillo de Villafranca, Jardín de la Alameda.

Pocas poblaciones como Villafranca pueden ofrecer al visitante la ocasión de contemplar el sepulcro de un Doctor de la Iglesia; en este caso, el Convento de la Anunciada ofrece la posibilidad de ver el lugar de enterramiento y los restos de San Lorenzo de Brindis, el Santo de Villafranca, como se conoce de forma popular. Pero también, reliquias de otros Santos o Beatos.
Otros atractivos que ofrece esta villa son sus procesiones tanto de Semana Santa como en fiestas religiosas. Una de las particularidades de nuestras procesiones es la posibilidad de acompañar a las imágenes en sus recorridos por las calles de Villafranca, en filas, a modo de escolta.
Para ese turismo que busca la espiritualidad en Villafranca, a través de sus conventos, se brinda la oportunidad de asistir a una Eucaristía con las propias religiosas: clarisas, agustinas o concepcionistas, y compartir con ellas una ceremonia diferente.

Cabe la posibilidad de complementar las visitas al patrimonio artístico y natural, realizando una cata de vinos en alguna de las muchas bodegas que se ubican en Villafranca y en su municipio. Vinos de la DO Bierzo, blancos, tintos o rosados.

Villafranca posee un amplio abanico de restaurantes, mesones o bares donde degustar nuestros platos típicos.

Villafranca del Bierzo ofrece grandes posibilidades de eventos donde se promociona una agenda cultural muy amplia. Música clásica, danza, teatro, conciertos al aire libre, actos literarios, exaltaciones gastronómicas… complacen a todo tipo de concurrencia. Consulta nuestra agenda para no perderte ninguno de estos eventos durante tu estancia en nuestra villa ya que se desarrollan a lo largo de todo el año.

El río Burbia que atraviesa nuestro municipio de norte a sur es, y ha sido, una fuente de recursos. Vierten sus aguas hacia él los ríos Tejeira y Porcarizas, y arroyos como el del Val, Cela, Pradela y Savariña. Desde un punto de vista turístico, todo su recorrido ofrece amplias posibilidades de baño; su curso rápido entre sierras elevadas, sus rocas a modo de trampolín y su frondosa vegetación de ribera, te invitarán a probar sus aguas cristalinas, frías y relajantes. Recuerda que estarás nadando en parajes donde no ha intervenido la mano del hombre.

Si buscas un destino con amplias posibilidades de senderismo, Villafranca es una buena elección. Su orografía te permite caminar entre viñedos, recorrer algún kilómetro del Camino de Santiago, adentrarte por sotos de castaños, vagar por senderos de una Reserva de la Biosfera, subir cumbres de gran belleza, caminar con la compañía de arroyos cristalinos, o sentir la presencia del imperio romano en las minas de oro de La Leitosa. Nuestra fauna viajará contigo y descubrirás que formas parte de un hábitat singular que no podrás olvidar. Para ello, cuida nuestro territorio, no dejes nada que delate tu presencia, no te lleves nada que no hayas traído.

Se programan diferentes pruebas, concursos, marchas y torneos donde el deporte es el protagonista. Desde muy diversos ámbitos puedes participar en alguna o en todas las que se planifican. Recuerda que las montañas, el viñedo y un conjunto histórico son enclaves por los que transcurren las competiciones. Consultar agenda.

Recomendamos una serie de vivencias y sensaciones que no deben perderse en Villafranca como destino turístico. Muchas se encuentran ligadas a una temporalidad concreta, por ello, no todas ellas se pueden percibir a lo largo de todo el año.

• Sumergirse en las aguas de la playa fluvial al atardecer.
• Sentarse en un banco del puente sobre el río Burbia y contemplar sus vistas.
• Subir por la calle Tejedores y apreciar, quizás, la mejor panorámica de la villa.
• Comer una tapa de pulpo los martes en el mercado semanal.
• Pasear por el Jardín más romántico de la zona.
• Asistir a un concierto en alguna iglesia.
• Observar el volteo manual de campanas en la iglesia de san Nicolás en nuestras fiestas patronales.
• Bailar con los gigantes y cabezudos de la villa acompañados por la Escola de Gaitas.
• Visitar viñedos en otoño.
• Pasear por la calle del Agua y disfrutar de su arquitectura.
• Contemplar la floración de los frutales.
• Un atardecer en La Leitosa.
• Otear el vuelo de las aves.

Este municipio, situado en la confluencia de los ríos Valcarce y Burbia, es la localidad jacobea por excelencia. En la alta edad media se conoce la localidad con el nombre de Burbia para pasar a denominarse Villafranca del Bierzo a partir del Siglo XII. Esta "Villa de francos" - llegados seguramente con el fin de realizar la peregrinación a Santiago aunque finalmente se asentarán aquí- recibirá sus fueros en 1192 de manos del Rey Alfonso IX. Realenga en sus orígenes pasará en la baja edad media por manos de diferentes señores, tanto eclesiásticos como laicos.